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jueves, 16 de octubre de 2008

FELICITACIONES A LA BANDA DE MUISICA DE CEHEGIN


Redacción
La Sociedad Musical de Cehegín recibe las felicitaciones de todos los murcianos

La Sociedad Musical de Cehegín, dirigida por Alonso Moreno, ha protagonizado en parte la despedida de los ruedos de Pepín Liria, gracias a la brillantísima actuación que ofreció de forma altruista en la Plaza de Toros de La Condomina el pasado 12 de octubre.

Con dos pasodobles y La Parranda para ir abriendo el apetito de un tendido abarrotado de aficionados, se presentaba la banda de música ceheginera, que dio todo un recital que emocionó incluso al diestro, que tuvo que pedir una fuerte ovación para los músicos que se situaban en la parte más alta de la plaza, en la andanada.

El momento álgido de la tarde llegó con el pasodoble ‘Nerva’, interpretado magistralmente por Alfonso Durán Martínez ‘Fofi’, un chico de 14 años que fue ovacionado en numerosas ocasiones por las más de 10.000 personas que se apiñaban en el coso de la capital.

Al acabar el festejo, los músicos recibieron la felicitación de todos los aficionados que fueron encontrándose a su paso, asegurando muchos que “ésta es la mejor banda que ha pisado la plaza en muchos años”, manifestando los más despistados que “es la vez que mejor ha tocado la banda de música de Murcia”.


FOTO 1: La banda, actuando durante la despedida de Pepín Liria.
FOTO 2: Alfonso Durán interpreta el solo de trompeta del pasodoble ‘Nerva’.

martes, 14 de octubre de 2008

Adiós por todo lo alto

Por. DIEGO VERA
Pepín Liria llenó la Condomina en la corrida con la que se despidió de los ruedos

En la corrida 768 de sus 15 años de alternativa
cortó ocho orejas y un rabo

Tuvo que luchar incluso contra el mal tiempo, con varios días de lluvia en las fechas inmediatas al festejo. Tenía por delante un reto sobre todos los demás: llenar el coso de la Condomina en la que iba a ser su última corrida, que, por especial deseo suyo, enseguida asumido por su apoderado, Ángel Bernal, tenía el carácter de benéfica. Y lo cierto es que Pepín Liria, que de él hablo, consiguió ese objetivo, y, además, ofreció una gran tarde de toros, coronada, en su palmarés, con un total de ocho orejas y un rabo en un festejo que ya es historia.



El diestro de Cehegín se encerraba como único espada con seis toros, que al final fueron siete, de diversas ganaderías. El compromiso era fuerte; muy pocos espadas lo habrían afrontado y, mucho menos, lo habrían promovido…

El primero en salir por toriles fue un astado de la ganadería de Las Ramblas, propiedad del ganadero Daniel Martínez, que asistió a la corrida con su hijo. El toro dio un buen juego, que habría sido mayor de contar con más fuerzas. Pero aguantó, y sirvió, y colaboró con el torero, que cortó una oreja a este primer toro, al que entendió perfectamente.

El torero supo darle la lidia requerida, se volcó con él en muletazos que salían suaves a un toro que iba bien y al que aprovechó al máximo. Disfrutó el torero e hizo disfrutar a la afición, que le había obligado a saludar al finalizar el paseíllo.

ZALDUENDO Y FUENTE YMBRO

El segundo astado llevaba la marca de Zalduendo. Toro pobre de cara, pero que también sirvió en las manos del espada murciano, que, de nuevo, estuvo con la misma entrega y pundonor de siempre. Lo saludó con tres largas de rodillas, para seguir con chicuelinas. Con la muleta también comenzó su labor rodilla en tierra a un toro que salía suelto en cada pase, pero al que el torero iba a buscar también de rodillas. Su labor estuvo por una y otra mano, sin olvidar los circulares, ni los muletazos de rodillas y la estocada lanzándose con decisión. Faena premiada con las dos orejas.

El ganadero Ricardo Gallardo, propietario de Fuente Ymbro, también presenció el festejo desde un burladero, y pudo ver cómo el torero le cortaba una orejas a su toro. La labor de muleta estuvo precedida por un brindis que constituyó uno de los momentos más emotivos de la corrida. Nos referimos al brindis que hizo a sus compañeros Espartaco, Manzanares, El Fandi, Javier Conde y Salvador Vega.

Luego vino una faena breve en duración, pero intensa en su contenido a un toro con posibilidades.

VICTORINO Y JANDILLA

El toro de Victorino Martín, que hizo cuarto, tuvo transmisión, y casta, y, también, mucho peligro. Fue un toro tobillero, que se quedaba a mitad del viaje y que nunca perdía de vista al torero. Astado muy exigente, que se encontró la horma de su zapato con Pepín Liria en una faena de mucha entrega y también de muchas exposición personal. El torero no dio nunca por perdida la faena, plantó cara al cornúpeta, y pudo con sus brusquedades, con sus peligros secos y con su casta, no en balde es uno de los toreros que en más ocasiones se ha enfrentado a este hierro.

Los ganaderos, padre e hijo, disfrutaron con la labor del diestro murciano, que se fajó con su oponente en tandas de muletazos y de naturales en los que se marcaba el riesgo en cada pase. Con media le bastó para mandarlo al desolladero, y enseguida llegó a sus manos otra oreja.

Anotemos el buen tercio de banderillas que protagonizaron en este toro Casanova y Cervantes, y el brindis: en esta ocasión, el destinatario fue el doctor Ricardo Robles, cirujano-jefe de la plaza y que el año pasado atendió al torero tras la grave cogida sufrida en esta misma plaza en la Feria de Septiembre.
El destinatario del brindis del quinto toro, del hierro de Jandilla, fue Ángel Bernal, empresario del coso de la Condomina y apoderado del torero en los últimos años. Liria no pudo ser más expresivo: Yo me voy del toreo, pero te quedas tú, que eres un pedazo de apoderado.

Bernal también se dezhizo en elogios hacia el torero poco después, cuando se refirió a los éxitos conseguidos por el espada en esta plaza y a la importancia que su nombre ha tenido en todas las Ferias, con triunfales salidas a hombros.

Borja Domecq, propietario de la ganadería, siguió también el festejo en el coso de la Condomina, y estamos seguros que no quedaría satisfecho con el juego del toro que envió para esta corrida. El jandilla, al que el torero cortó otra oreja, fue protestado de salida. El público, incluso llegó a pedir su devolución. Luego, con la muleta, la tomó renuente, y el diestro logró sacarle unas tandas con la mano diestra por su insistencia y tesón. El toro no fue fácil.

DOS DE EL TORERO

El astado de El Torero que salió en quinto lugar por toriles no le dio la menor opción a Pepín. Se rajó pronto, y el torero abrevió al ver que no merecía la pena continuar con una lidia que no podría llegar nunca a buen puerto. En este toro se lucieron en sendos quites los sobresalientes Raúl Blázquez y Álvaro de la Calle.

También se lució Pepín Liria en un tercio que no suele practicar, pero que también conoce: el de banderillas. Y la verdad es que lo hizo de forma aseada y ganándose la ovación cerrada del público.

A este toro lo recibió a portagayola, lo mismo que había hecho con el tercero, y ofreció su lidia a sus dos hijas, María y Jara.

Como el torero quería dejar un buen sabor de boca, y con el sexto no había podido lograrlo, ordenó la salida del primer sobrero, también de El Torero, al que cortó los máximos trofeos. La entrega que le faltó al astado la puso Liria, que anduvo siempre por encima de la res. Se lució en tandas de muletazos, y también por el pitón izquierdo, en series de naturales templados.

En esta corrida que estuvo llena de momentos emotivos, hay que destacar los vividos al finalizar la lidia de este toro, que había brindado a la concurrencia. Nos referimos a la vuelta al ruedo que protagonizó llevado a hombros por El Fandi, Salvador Vega, Espartaco, Manzanares y los demás toreros, y, después, a la salida a hombros de los integrantes de su cuadrilla.

Pero es que si el broche final fue de lujo, también lo fue el inicio, con la entrega de recuerdos por parte de diversas instituciones y entidades. Así, Juan José Leal lo hizo en nombre de la peña de La Arboleja que lleva el nombre de el torero; Manuel Sánchez Juárez, en nombre del Club Taurino de Cartagena, Andrés Sánchez Torres, por la Escuela de Tauromaquia; Juan Pedro Botella, por el Club Taurino de Murcia; el delegado del Gobierno, Rafael González, por la institución que dirige; María Pedro Reverte, consejera de Presidencia, por la Comunidad Autónoma, y Miguel Ángel Cámara, por el Ayuntamiento de Murcia.

DESCUBRIMIENTO DE UN AZULEJO

El día anterior a la corrida, Pepín Liria vivió otro momento de gran calor y emotividad. Fue con ocasión del descubrimiento del azulejo dedicado por la Asociación de la Prensa de Murcia, en el que se recuerdan sus numerosos triunfos en estos quince años como matador de toros. El presidente de los periodistas murcianos, Juan Tomás Frutos, destacó que este torero de raza ha llevado el nombre de la Región por todo el mundo, y añadió que es una gran persona, una buena persona.

El empresario Ángel Bernal le entregó una placa en nombre de Toros Sureste, y señaló que en estos años habían crecido juntos, uno como empresario y apoderado y el otro como torero. También tuvo palabras de agradecimiento para los integrantes de la cuadrilla.

El acto fue cerrado por el torero, quien dijo, refiriéndose a la corrida que iba a protagonizar en solitario al día siguiente, que mañana se acaba una historia de amor que he vivido con Murcia, y que ha estado basada en el respeto, el cariño y el reconocimiento mutuo; por eso, la fotografía mía que se entregará a los espectadores al llegar a la plaza llevará sólo dos palabras “Gracias, Murcia”. Y esta excelente relación tuvo su acto final con la recepción que Liria ofreció por la noche a varios cientos de representantes de la política, la economía, las finanzas, las Artes y la crítica taurina.